Sabes,
profundamente sabes, que al otro lado de la ventana ella te espera.
Y lo que también sabes es que su cuerpo es
de color plata o bronce, que a su sonrisa la avalan unos dientes de rubí
afilado, y que sus cabellos son negros como negro es el cielo que la cobija. Te
impregna, a medida que desesperas, el olor de su piel, volva de seda que cubre
unas caderas agresivas o curvilíneos pechos de piedra. Entonces oyes los ecos
sombríos de su respiración: ella acompaña el retumbar de tu deseo. Intuyes,
sabiamente, que alguna noche no podrás evitar lo inevitable, que la silueta
voluptuosa que te incita a soñar extrañas pesadillas, la sombra que
aguarda, te atrapará en su pérfido juego
de hembra voraz, sólo para canibalizar tu corazón, para extirparte el alma en
estentóreo goce animal, para calmar su apetito. Entonces, te arremangas y
escribes un texto -este texto-, para que tu literatura te salve o, acaso,
extienda un sospechado final. Acompaña a esta última palabra un sonido que es
como un batir de alas alejándose… Crees,
por un momento, que escribir te ha ayudado esta noche. Lo que no entiendes es
que tu literatura es la que vocifera su nombre, son tus palabras las que juegan
con tus nervios. Que no es espanto, es creación, entrega. Y que esa entrega (tu
arte), al articular un confuso verbo, un mínimo adjetivo o un certero
sustantivo, puede arrojarte en sus fauces… Fauces,
mortalmente, la ha cautivado… Te agazapas: estallan los cristales de tu
ventana…
César
Augusto Pacheco
Adjunto el audio del cuento para quien guste escucharlo:
Esa noche te salvaste gracias a tu texto,a tu arte,o quizá no?...
ResponderEliminarQuien es esa mujer tan poderosa?de donde sale?quizá sea una creación tuya o de tu imaginación,ainnss ya me he hecho un lío,volveré luego ^_^
Besos.
Mejor dejemos que sea tu imaginación la que conteste esas preguntas... No sea cosa que, al darte una respuesta, sin querer escriba una palabra equivocada y entonces... Gracias por tu visita Paraíso. Abrazos.
ResponderEliminarHola César, buenas tardes,
ResponderEliminarotra atrapante ficción,
un animal imaginario,
una noche vestida de animal,
o un animal que vive dentro de nosotros, de nuestra mente...
cuanto poder hay en un puñado de palabras?...
la mesa está servida... que caiga la noche!
un gran abrazo
Se sabe que es el lector el que cierra el círculo de una ficción -y el que le da el verdadero sentido, acaso desconocido para la consciencia del escritor- mediante la interpretación que hace de la misma. Y la verdad, me ha encantado el pulso con el que has cerrado ese círculo. Gracias Ariel por tu lectura. Abrazos.
Eliminarme ha gustado mucho como juegas con las imágenes, este texto sobresale por eso, uno no puede dejar de percibir los colores, aromas y sabores eróticos que destilan.
ResponderEliminarel audio está excelente Cesar!!!!!!!!!!!
Saludos
Es que estos espectros te agudizan los sentidos... Me alegro que lo hayas disfrutado. Saludos.
EliminarHola César, me encantó leerte y no te podría describir que me produjo escuchar la entrada declamada..
ResponderEliminarTe diré que escribir a veces es un desahogo,...un batir de alas que algo lo incita... algo lo provoca en nuestro interior... es el deseo en su umbral más alto que llega sin permiso y se instala sin fecha de partida...
Te dejo un abrazo, buen fin de semana!
Es muy lindo lo que dices (parece que después de todo no es tan patético mi micrófono...) Gracias. Y en cuanto a lo que expresas sobre la necesidad de escribir coincido plenamente contigo. Es una pulsión incontenible que debemos dejar fluir sí o sí, porque va más allá de la propia voluntad. Abrazos van.
EliminarUna pieza trazada en una prosa límitrofe con la poesía, Rashek; en la que distrutamos tanto del fondo como de su forma.
ResponderEliminarUn abrazo,
Siempre tan certero en tus lecturas Pedro. Esta pequeña pieza en prosa, en realidad, fue ejecutada con el sentir de un poema. Gracias por aportar una vez más. Un abrazo.
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