Si te cruzas con algún fantasma aquí adentro, simplemente ignóralo; pero si se pone fastidioso, recítale algún verso en voz alta, que con eso será suficiente... (Si te toman por loco, no es culpa mía.)

jueves, 5 de mayo de 2011

Amor, sueños, eternidad y dioses



En el vasto juego de la eternidad
los ínfimos momentos de felicidad humana
conforman nuestro paraíso;
son la expresión más acabada y palpable
de la existencia probable
de nuestros dioses añorados...
Acaso lo único que,
al eliminar todo prejuicio o toda creencia,
nos acerca la brutal esperanza
de que nuestras vidas han sido forjadas
por alguna causa divina...

Los sueños son,
en la vastedad de nuestros universos inconscientes,
el material en el que se forjan pequeños vidas
y pequeñas muertes.
Unas necesitan inexorablemente de las otras
para existir...
morir al soñar...
resucitar al despertar...
Un mismo e íntimo acto.

Pues no hay resurrección sin muerte
como tampoco hay muerte sin resurrección.
Todo es ilusión de tiempo.
Una utopía que en el vasto juego de la eternidad
se diluirá inexorablemente.

¿Cómo valorar lo que existirá por siempre?
¿Cómo amar lo que jamás morirá?

Es la muerte,
son los sueños utópicos de eternidad,
lo que nos hace humanos,
lo que nos hace amar.

Es la muerte en sí misma, una prueba de amor.
Es la mismísima muerte de Dios
en el camino de la eternidad,
en la que se encuentra el sentido de este Universo.


Desde las catacumbas de mi alma, con amor.... Rashek.









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