¿Cómo explicarte mujer el
oscuro vibrar de mi deseo
o el infatigable e
ígneo latir de venas abrazando
el dolor y la felonía de
mis manos
cuando al observar inmóvil
tu rostro claro
se contorsionan como pétreas
ganzúas de mármol?
Estallan hacia adentro
mis fantasmas
tratando de contener
aquello
tan hondo
tan animal,
tan iracundo
que de escurrirse,
acabaría matándome…
¿Cómo explicarte mujer
el oscuro vibrar de mi deseo
o la vertical blasfemia
de mis dientes
cuando al observar el
manto de oro
que desborda tus cabellos
se forja una fuerza de
amor incontenible
que disloca mi
mandíbula
víctima del asombro y el
silencio
de dientes mudos
dientes diezmados de vacío
por no poder gritarle
al mundo:
¡Cuánto te deseo! ?
Estallan sinrazones,
que como ríos de sangre
(como el ancho río que
nos divide)
me separan de ti, de
tus ojos
de tu piel de
porcelana.
Tú conoces al blasfemo
penitente:
sabes que sus aguas
son cruenta muralla
horizontal.
Hay peces fantasmas con
rostro de hueso
o sirenas de espanto
tejidas con escamas de firme
envidia.
¿Acaso la desidia de un
oscuro dios les ruega separarnos?
¿Podrá zarpar el barco
de mi esperanza?
¡Tiempo glorioso sería
escapar hacía ti!
¿Cómo explicarte mujer
el oscuro vibrar de mi deseo
o la avaricia de mis
párpados al no querer cerrarse
cuando al observar tu
cuello de cristal y negra piedra
incitaron a mis labios
a dibujar impertinentes
el interminable
contorno de tus ojos y tu boca,
lúbrica violeta sanguínea?
¿Cómo explicarte mujer
el oscuro vibrar de mi deseo
o la avaricia de mis
párpados al no querer cerrarse
cuando al observar tu
cuello de cristal y negra piedra
incitaron a mis sueños
a atravesar impertinentes
el interminable río,
blasfemo penitente?
Esa onírica noche, por
ti
sobrevolé la cruenta
muralla horizontal
asesiné la envidia de
las sirenas.
Convocando a mis
demonios
vencí por sobre la desidia
de los dioses
desarmé peces con
rostro de hueso.
Victorioso llegué a tus
costas,
entré por la ventana
abierta de tu sueños
(sueños de mi sueño)
y hacia tu propio
infinito me hundí
implacable.
Besar y seguir besando
hacia abajo
Hacia el poblado
infinito de tus pechos
Para recorrerlos,
diezmarlos
morderlos sin piedad
sentir tu llanto
y seguir marchando
indolente
blasfemo, procaz.
Dilacerarte el alma a
besos
enterrar mi alma en la
tuya
muy adentro
rozar las mismísimas
murallas del deseo
derribarlo con la tropa
incontenible
de los caballos alados
de mi alma
aniquilar la muda curva
de tu vientre.
Entonces te inundé de
crines y relinchos
mientras tus dientes
lanzados en mi pecho
se tiñeron con mi
sangre.
Corazones estallando.
Duendes
riendo.
***
Entonces, todavía
soñando
miro tus cansados ojos
y te pregunto:
¿No eras tú la que
aquella noche
atravesó los cristales
de mi alma?
Desde las catacumbas de mi alma, Rashek
Gracias poeta por compartir el morbo delicioso de tus letras
ResponderEliminarGracias a ti por el placer de tu visita.
EliminarPrecioso, me gustó mucho.
ResponderEliminarUn saludo
Bienvenida Eva. Muchas gracias. Saludos.
EliminarAlguien atravesó una vida...
ResponderEliminarSaludos, buenas noches.
Una interpretación válida, Luna. Gracias por iluminar mi espacio. Abrazos.
Eliminarwow! me ha dejado muda!!!
ResponderEliminarHERMOSO TEXTO
Abrazos Cesar
Que bello se siente dejarte sin palabras... Abrazo enorme Escarcha.
EliminarHola César. buenas tardes,
ResponderEliminaruna maravilla de trabajo,
poéticamente genial,
un texto supremo,
la danza del deseo humano echada a rodar en una ceremonia animal.
Un gran abrazo
El deseo, una danza maravillosa Ariel. Gracias por persistir en soportar mis letras. Abrazos hermano.
EliminarMetáforas que nos ayudan a fabricar imágenes hermosas, nos permiten sentir la pasión que la voz hablante quiere transmitir en los versos, derribando murallas para quedar solos con el deseo infinito y profundo más que el propio sueño.
ResponderEliminarhermosos recursos poéticos.
Me ha gustado llegar hasta aquí.
Saludos desde Colombia
Susana me ha encantado tu interpretación y tu visita. Un gran abrazo.
EliminarSalió muy improvisado, pero ahí va:
ResponderEliminarTiembla la piel a la espera de la amante
como tiembla la sangre en los corredores amplios de las arterias.
Tiembla impaciente el deseo con cada embestida,
espera de pie junto a su compañeros fieles... los fantasmas.
Con cada huracán sacude verdes follajes,
penetra
y penetra,
hunde sus raíces
en el espesor de la tierra húmeda y fértil
germinando espigas en el enigma de la noche.
Calmado descansas
sueñas entre el aroma de las flores
postergando la huida entre el opio adictivo
de feroces tormentas.
No tengo palabras para describir lo bello que escribiste, hace poco que te leo, pero gracias por traerme hasta aquí.
Abrazos en al noche!
PD: te quedó genial el enlace, lástima que yo no pude lograrlo.
Es la devolución más bonita que me hayan hecho jamás. Me dejaste sin palabras... ¡Muchas gracias Cristina! Abrazos van.
ResponderEliminarDios mio, si así escribes desde las catacumbas de tu alma…cómo escribirás desde el cielo de tu alma. Recién te visito y ya me prendí a "De crines y relinchos", fogonazos de amor y pasión que nos envuelve.
ResponderEliminarDesde Québec, un gran abrazo.
Son el reverso de una misma moneda Ceciely. ¡Gracias por tu visita! (merci beaucoup!) Abrazos desde Argentina...
EliminarExplicas con tus versos el deseo que en ellas emanas desde la belleza de tus letras.
ResponderEliminarUn beso.
Si tu me lo dices lo creo. ¡Gracias por tu visita!. Un abrazo grande.
Eliminarque bien escribes maravilloso
ResponderEliminarMuchas gracias Mario. Un saludo enorme.
EliminarHola Cesar.
ResponderEliminarVersos para dejar prendido el sentido. Hermoso todo el poema, especial momento ese de la evocación en los cristales del alma.
Muy bello.
Saludos.
Moon.
Gracias por traer a mi blog tu perfecta redondez nocturna, Moon. Un gran abrazo.
EliminarUn poema escrito con la profundidad de los sentidos...
ResponderEliminarEl deseo llevado a límites salvajes, desde el instinto primigenio de la naturaleza del hombre.
...y lo expresaste tal cual , natural, y verdadero.
Impresionante...
Ave César.....
Encantado de conocer tus letras esta mañana, ahora además recibo el placer inestimable de tu visita. Gracias Maribel. Parten abrazos hacia tus costas.
EliminarCesar, es impresionante el poema, es como si se hubiesen conjurado todos los ángeles y demonios en él. Si pretendías esplicarselo, lo has hecho con la pasión de los dioses.
ResponderEliminarEs verdaderamente hermoso.
Besos
Yo sólo he sido un medio, mi musa y mis demonios (los dioses en el reverso de la misma moneda) hicieron el resto. Desde aquí mando abrazos en forma de acordes hacia tu piano. ¿Lo escuchaste sonar?
EliminarSuenan estupendamente.
ResponderEliminarBesos