Durante las primeras horas de la madrugada, comencé a sentir un cosquilleo en mis tetillas que, minutos después comprendí con asombro, era producto de un cambio corporal: me estaban creciendo tetas. Luego fue un dolor en la entrepierna, una especie de succión, un irse hacia adentro. Me animé a levantar las sábanas: ya no tenía pene sino vagina. Y luego mis nalguitas que se transformaron en unas bellas nalgas contorneadas. Y mis bellos corporales que se hundían uno tras otro -a la vez que me crecía una larga cabellera. Y yo que pese a todo me hundía en el sueño.
A la mañana me desperté mujer, con mi mujer durmiendo a mi lado. La deseé profundamente. La desperté con caricias. Le hice el amor con una sensibilidad y una pericia que jamás hubiera sospechado. Que ninguna de las dos hubiésemos sospechado. La condené al éxtasis una y otra vez. Estábamos profundamente enamoradas. Decidimos, luego de hacer el amor, encender un cigarrillo. Ya envueltas en volutas de satisfacción, escuchamos que tocaban a la puerta. Le pedí prestado a mi mujer su camisón y fui a ver quién llamaba: era la policía.
Me llevaron presa porque el humo del cigarrillo molestaba a los vecinos. En el patrullero, los policías me golpearon con saña una y otra vez. Lo incongruente era que sus caras iban cambiando con cada golpe que me propinaban. Vi caras de señoras y señores que, yo lo supe inmediatamente y no me pregunten el porqué, eran de todas las clases sociales; y también vi caras de políticos, y de dueños de medios de comunicación, y de youtubers. Y tantas otras caras. Del país entero. Infinitos rostros llenos de espanto y de odio.
De tantos golpes que recibí me volvieron hombre de nuevo. Dejaron de pegarme. Detuvieron el patrullero y me avisaron: nunca más. Me convidaron un cigarrillo y me abrieron la puerta.
Muy varonilmente, envuelto en volutas, regresé a casa. Mientras, pensaba: este es un gran país, mi Argentina... puta –perdón por la palabra- que vale la pena pertenecer, pensé.
Las ventajas de ser varón, blanco y heterosexual… Este mundo no es para todOs, me jacté.
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